Àngel Sala: «El replicante de Blade Runner no es más que la criatura de Frankenstein» (BCN Film Fest)

En el marco del reciente Barcelona Film Festival asistimos al coloquio sobre Frankenstein que mantuvieron Àngel Sala, director del Festival de Sitges, y Francesc Sánchez Barba, profesor de Historia de la Universidad de Barcelona. 

Àngel Sala:

«Frankenstein o el moderno Prometeo es la obra que introduce de una manera definitiva a la mujer como un elemento literario de creación poderosísimo, y hoy en día debe ser un modelo para todo lo que estamos viviendo. Un momento de reivindicación tanto de los derechos de la mujer como de la fuerza creativa de la mujer en cualquier género, en cualquier disciplina artística. Y evidentemente en la literatura, Frankenstein desde este punto de vista, es modélica. Y qué mejor que celebrar los 200 años de la publicación de la primera versión de Frankenstein».

Francesc Sánchez Barba:

«Quiero destacar que Mary Shelley también es un personaje capaz de crear un alter ego absolutamente opuesto a ella. En ese sentido se mueve en una vía bastante diferente a por ejemplo Jane Austen, que retrata la esfera del hogar. Yo creo que ella necesita ir muchísimo más allá».

Àngel Sala y Francesc Sánchez Barba en el coloquio sobre Frankenstein
Àngel Sala y Francesc Sánchez Barba en el coloquio sobre Frankenstein

Àngel Sala:

«Mary Shelley es una persona con unas convicciones políticas, sociales y sobre la mujer muy contundentes, muy avanzadas. Pero esto no quiere decir que ella las vaya a adoptar en su vida privada. Ella es tan libre, tan personal, que incluso opta por un estilo de vida mucho más conservador. Como esa fidelidad absoluta a Percy Shelley que mantuvo hasta el final de su vida. No quiso casarse con otro hombre después de que muriese él . Permaneció fiel a la memoria de su marido. Una visión muy conservadora, muy tradicional. Realmente ella era muy avanzada, pero esa era su opción, y en eso también tuvo una personalidad tremenda. Su opción era esta, y aunque se contradecía un poco con sus opiniones públicas, la llevó a cabo con absoluta personalidad. Era una persona tremendamente íntegra».

«El Drácula de Bram Stoker era una novela que cristalizaba las experiencias personales de Stoker con una serie de cosas: la gran hambruna de Irlanda, su relación con Oscar Wilde, su relación con Florence Stoker, que era muy peculiar y con una cierta frialdad y que le llevó a perpetrar ciertas actividades extra matrimoniales… la sífilis, que era un problema tremendo en la Inglaterra de la época…»

«El cine ha crecido y ha evolucionado muchas veces gracias al cine fantástico. El fantástico ha sido siempre un modelo de narrativa en progreso. La novela fantástica, la novela gótica de este período da un impulso tremendo a la literatura, incluso a nivel popular. Todas estas obras pasaron primero al teatro y después al cine».

«Era una época en la que casi todo se descubría. Era una época de grandes descubrimientos, de fervor por lo nuevo. Nosotros vivimos en una época en la que jugamos mucho a la nostalgia, al reciclaje, porque parece que esté todo inventado. Y muchas veces es así, las obras literarias más originales cuando las volvemos a analizar encontramos algo que no las hace tan originales y no por ello son menos buenas. No siempre lo original tiene que ser magistral ni lo muy influenciado o reciclado tiene que ser muy malo. Hay grandes obras hoy en día que consisten en reciclar viejas ideas en un contexto nuevo».

«Hoy en día tenemos el tema de la vida artificial, de los androides, de la ingeniería genética… y una película hoy en día tan popular como Blade Runner, basada en la novela de Philip K. Dick, pero sobre todo la película está haciendo alusión a Frankenstein. El replicante de la película de Ridley Scott no viene a ser más que la criatura de Frankenstein con su dios creador, la Tyrell Corp. que le ha dado la vida. Y tiene la misma soledad que la criatura de Frankenstein y comete la misma especie de deicidio… Volvemos a estar en los mismos temas, los mismos supuestos. Reciclados pero igualmente válidos».

Francesc Sánchez Barba:

«Quiero destacar una capacidad que tiene Mary Shelley en la novela, que conecta mucho con Poe: sus personajes se mueven por todo el planeta. Este movimiento se está adelantando a Julio Verne. Los monstruos salen de ese entorno familiar y casero. Pululan por una nueva realidad y anticipan este mundo actual, mucho más pequeño y más accesible».

La novia de Frankenstein
La novia de Frankenstein

Àngel Sala:

«Para hacer la adaptación cinematográfica perfecta del libro hay que hacer un monstruo de Frankenstein: la poesía romántica del blanco y negro de James Whale, ese cientifismo aterrador con el personaje del doctor de las películas Hammer, la versión operística, loca, maravillosa, de Kenneth Brannagh, incluso versiones que han pasado muy desapercibidas, como esa versión realista del húngaro Kornél Mundruczó que se llamaba Tender Son, que es una relectura realista del hijo rebelde y el padre que no atiende a su hijo y lo deja en la más completa soledad. Era una versión muy interesante de una relectura familiar, social, incluso política en una película contemporánea. Hay que hacer un poco como un monstruo de Frankenstein de todas las versiones cinematográficas y al final quizás habría la versión perfecta de Frankenstein».

«En el ADN de Frankenstein, como también en el ADN del Drácula de Bram Stoker hay un poco de premonición del fenómeno cinematográfico. Tanto Mary Shelley como Stoker ya eran espectadores de ciertos artefactos pre cinematográficos. Si os acordáis en la película de Francis Ford Coppola el Conde visita Londres y va a ver un espectáculo de cine primitivo. Estas dos obras son extrañamente pre cinematográficas porque forman parte de un conjunto artístico que ya estaban prefigurando la magia del cinematógrafo. Rápidamente fueron transformadas en obras teatrales de mucho éxito. De hecho el Drácula de Lugosi es una adaptación cinematográfica de la obra de teatro, no de la novela de Stoker. Pero yo creo que el cine les ha dado un punto absolutamente lúdico, es un arte de masas, mediático… Frankenstein tuvo un éxito inmediato. Las películas de Karloff en la universal fueron grandes éxitos en la época y han pasado a la historia como iconos. Hasta el punto que el personaje del monstruo se ha comido al doctor, porque mucha gente cuando se habla de Frankenstein cree que es el monstruo, cuando es el doctor. El monstruo nunca tiene nombre. Forma parte de su idiosincrasia no tener nombre. Es la criatura».

«Igor es un personaje que no está en la novela, y que sin embargo es muy famoso. Hasta el punto que hace poco una película como era Victor Frankenstein se centraba en el personaje de Igor, que no existe en la novela pero lo ha creado el cine y todo el mundo lo identifica con el universo Frankenstein».

Igor en El jovencito Frankenstein
Igor, fresquito, fresquito, en El jovencito Frankenstein

«El cine es un arte de masas propio del siglo XX que evidentemente banaliza, pero eso no es malo. Lo que hace es popularizar. Porque aunque tenga indiscutibles obras maestras el cine es un arte que nace para el gran público y ayuda a hacer más conocidas historias como el Frankenstein de Mary Shelley. Muchos han leído la novela gracias a las películas, como ocurrió también con el Drácula de Stoker. Evidentemente ha habido películas buenas, películas malas, películas más acertadas y menos acertadas, pero creo que parte de la popularidad de Frankenstein se debe al cine. Y no solo a las adaptaciones directas, sino a películas como Remando al viento o Mary Shelley, que explican el proceso creativo».

«Hay una novela que plantea la idea de que el monstruo de Frankenstein haya sobrevivido durante mucho tiempo, que es Frankenstein desencadenado de Brian Aldiss. Es una novela de ciencia ficción espléndida y plantea la pervivencia del mito con adelantos como el viaje en el tiempo. Hay una adaptación simpática en el cine por Roger Corman en los años 90, pero la novela es estupenda. Quizás es el mejor juego literario que se ha hecho sobre la novela de Shelley en los últimos años».

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Laura Rangel

Periodista y estratega del marketing digital. Escribe raro, fotografía seres humanos, toca el ukelele, cría periquitos. Además de en El Último Grito, puedes encontrarla en Linkedin y Twitter

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